La energía solar térmica como solución para ganar independencia energética y contribuir a la descarbonización
La Energía Solar Térmica aprovecha un recurso renovable, infinito y muy abundante: el Sol. Su uso no depende de recursos energéticos procedentes de otros continentes. Es inmune a conflictos bélicos, tensiones comerciales, precios, etc.
Dentro del abanico de renovables, la energía solar térmica es la que menos huella de carbono emite durante su ciclo de vida, más todavía si el lugar de fabricación es cercano al punto de instalación.
Debido a los conflictos internacionales, en las últimas semanas se han batido récords en las tarifas de los mercados de gas natural, petróleo y electricidad en España y en Europa; ya que gran parte de los recursos clave se encuentran en países en conflicto bélico. Incrementar el uso de la Energía Solar Térmica nos haría más independientes energéticamente y por lo tanto también económicamente.
Otra de las grandes ventajas de la energía solar térmica es ser la opción más eficiente para calentar el Agua Caliente Sanitaria de nuestras viviendas, que en climas templados o cálidos como los nuestros representa uno de los mayores consumidores de energía primaria de los hogares.
Además de generar energía renovable libre de emisiones de gases de efecto invernadero y contaminación atmosférica, todo el ciclo de fabricación de los paneles solares térmicos tiene una huella de carbono muy baja en comparación al resto de tecnologías, sean renovables o no. Además, si se combina su bajo coste de carbono en fabricación con la gran cantidad de energía renovable que genera a lo largo de su vida útil, la comparativa respecto a otras tecnologías es claramente todavía más favorable.
¿Qué es la huella de carbono de un producto?
Según AENOR, Asociación Española de Normalización y Certificación, “la Huella de Carbono de producto es la cantidad total de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que se generan en cada una de las fases del ciclo de vida del producto, desde la extracción de las materias primas que lo componen hasta el destino al abandono del producto.”
La huella de carbono también tiene en cuenta el transporte desde la fábrica del producto hasta su punto de consumo. Por lo tanto, es favorable para el planeta instalar productos que se fabrican cerca del lugar donde se van a usar, más allá de sus claras ventajas logísticas.
Es el caso de los paneles solares térmicos diseñados y fabricados en el Centro de Excelencia en Energía Solar Térmica de Castellbisbal (Barcelona) de BAXI, con capacidad de producción de 150.000 m2/año de paneles solares.
El impacto medioambiental que tiene instalar un producto que se ha fabricado cerca de su punto de instalación es mucho menor que el de otro producto fabricado a miles de kilómetros de distancia.
En el presente, las decisiones de construcción de edificios con relación a su eficiencia energética se toman en base al % de energía renovable que se genera y usa en los mismos. En el futuro, se espera que también se considere el impacto o huella de carbono de las tecnologías usadas en el mismo, no únicamente la cantidad de energía renovable que generan.
Los sistemas híbridos
El sector de la climatización se ha sabido transformar de forma muy rápida a soluciones altamente eficientes. Un ejemplo claro es la introducción de la aerotermia que ha significado una auténtica revolución tanto por lo que se refiere a los fabricantes como a los propios instaladores adaptándose a un nuevo paradigma de viviendas mejor aisladas y con menor consumo energético.
Pero el reto que tenemos por delante es mayúsculo, por lo que, si se quieren alcanzar los objetivos de descarbonización (55% de reducción en huella de carbono para el 2030 y emisiones neutras para 2050), las soluciones existentes no van a ser por si solas suficientes, teniendo que implementar sistemas más complejos que hibriden distintas tecnologías.
En este sentido, la hibridación con Solar térmica es una de las mejores alternativas cuando se trata de cubrir la demanda de agua caliente sanitaria, por dos razones principales: por un lado, los sistemas solares pueden llegar a cubrir el 70 – 80% de la demanda, proporcionando así un ahorro considerable de energía y una gran autonomía del sistema. Por otro, los paneles solares tienen un impacto en la huella de carbono muy bajo cuando se considera todo su ciclo de vida, desde que se fabrica, se suministra a obra, durante su periodo de utilización y su posterior reciclado.
La energía solar térmica, la más sostenible de todas
Dentro del abanico de renovables, la energía solar térmica es la que menos huella de carbono emite durante su ciclo de vida. En colaboración con la consultora ambiental ABALEO, BAXI realizó un estudio ambiental todavía vigente del ciclo de vida de los paneles solares térmicos para determinar su huella de carbono, desde la extracción de las materias primas que componen el panel, hasta el final de la vida útil del producto -calculada en torno a 30 años de vida-, que se puede consultar en la página web de AENOR para conocer todos los detalles.
De dicho informe, se extraen las siguientes conclusiones. Durante todo el proceso de creación y vida útil de un panel solar térmico se emiten 112,5 kg de CO2 en el total de tres décadas. Si además relacionamos esas emisiones con toda la energía que generaría en una ubicación como Madrid, donde se ha realizado el estudio, se obtiene una ratio de emisiones por unidad de energía generada muy bajo: 2 gCO2/kWh.
Con un impacto bajo en CO2, conseguimos una gran cantidad de energía útil, con lo que se obtiene una relación de energía generada y CO2 emitido de las más bajas posibles.
Responsable Técnico de BAXI
La huella de carbono que genera un panel solar térmico por cada kWh generado es 14,9 veces inferior comparado con los paneles fotovoltaicos.
Cuando nosotros consumimos 1 kWh eléctrico de la red española (con un importante mix de renovables/nucleares) se emiten 250g de CO2 (dato publicado por la CNMC año 2021*)
En el camino hacia la transición energética en Europa, cada tecnología jugará su papel, siendo todos ellos relevantes. La Energía Solar Térmica será clave en su uso en el agua caliente sanitaria y en la reducción de emisiones de CO2 debido a su baja huella de carbono y su independencia a factores geopolíticos externos.
*El mix de la red eléctrica española publicado por la CNMC en fecha 16 de abril de 2021 es 0,25 kg CO2/kWh